Hay ciertos datos clínicos que casi siempre son necesarios a la hora de contestar un caso y que a veces se nos pueden olvidar. Su ausencia ocasiona demoras en la respuesta. Comprendemos la dificultad de hacer la historia con interprete o de no tenerlo, pero si es posible necesitamos indagar ciertos datos fundamentales.
1. Epidemiología: generalmente serán zonas rurales, pero otras veces no. Tenemos que saber como es el clima (si estamos en la estación de lluvias o no, si el ambiente es seco y caluroso o húmedo, como es la vegetación…).
Nos interesa saber a que se dedica la persona, si hay otros casos en la familia o en su entorno laboral.
2. Sobre la clínica, además de los síntomas y signos, siempre es necesario preguntar sobre tiempo de evolución y tratamientos previos recibidos.
En cuanto a los signos, en los pacientes con fiebre esta debe ser termometrada y referida junto con la TA y la frecuencia cardiaca.
Resulta también imprescindible palpar el bazo para detectar esplenomegalia, dado que puede ser una clave diagnóstica en multitud de ocasiones.
En la inspección general la atención debe ir centrada en piel y mucosas, porque nos darán mucha información en el contexto de países donde el HIV resulta una lacra y su interpretación puede revelar a veces diagnósticos insospechados.